Creer que nuestra capacidad física y mental está determinada por nuestra edad es solamente un mito.
Y es que si eso fuera verdad, no existirían jóvenes que han alcanzado el éxito apenas a los veintitantos años, o en el caso contrario, personas que han alcanzado importantes logros apenas en la cuarta o quinta década.
Sin embargo, es una opinión generalizada que - después de cierta edad- el ser humano comienza a ser improductivo. No sabemos cuándo se originó esta creencia, pero estamos seguros de que sí es necesario restarle valor y contribuir a que las personas disfruten cada etapa de su vida por igual.
Si bien, sabemos que después de cierta edad perdemos algo fuerza física y hasta las agilidades mentales, siempre podemos revertir estos efectos con el cuidado y las medidas necesarias.
Por ejemplo, una buena alimentación, entrenamiento, lectura, juegos cognitivos, adecuados hábitos de vida, eliminación de excesos, entre otros.
Es decir, tu condición tanto física como mental depende mucho de los cuidados diarios y la iniciativa que tengas para optimizar tus potencialidades.
Así, si eres una persona que durante los primeros años de su vida se dedicó a leer y aprender otros idiomas, es poco probable que pierdas las facultades de tu memoria con el tiempo, pues has ejercitado esta región de tu cerebro de manera previa.
Lo mismo sucede con tu cuerpo, si durante los primeros años de vida te ejercitaste, no sólo continuarás con el hábito, sino es muy probable que mantengas buena condición física en una edad más adulta.
De esta manera, la productividad de una persona sólo se puede medir por la voluntad y el esfuerzo que demuestre a diario.
Cuéntanos. ¿Qué cosas haces tú para mejorar tu productividad?