Al igual que los músculos de nuestro cuerpo, la memoria también necesita ser ejercitada para que funcione y se fortalezca.
Al igual que los músculos de nuestro cuerpo, la memoria también necesita ser ejercitada para que funcione y se fortalezca.
Con el paso del tiempo puede verse mejorada o deteriorada según las actividades que decidamos hacer. Nuestros hábitos pueden decidir si le sacamos su máximo potencial o la dejamos desfallecer por falta de entrenamiento.
Una buena memoria no sólo es el reflejo de la salud de nuestro cuerpo, sino que se convierte en una herramienta indispensable para vivir plenamente.
Para que ejercites la memoria más allá de tu rutina diaria, te dejamos cinco actividades ideales para fortalecerla:
1. Jugar ajedrez
Entre más juguemos, nuestra memoria tendrá mayor facilidad para recordar estrategias y así ir avanzando en niveles de dificultad, convirtiéndose también en un buen reto para nuestro ego y nuestro cerebro.
2. Memorizar
Comienza a memorizar cosas simples de tu vida cotidiana, y ve subiendo el nivel de dificultad. Puedes empezar con una lista del súper o una de apellidos y poco a poco irte poniendo retos más complicados, como números de teléfono y direcciones o aún mejor: ¡los números de todas tus tarjetas!
3. Visualizar escenas
Si estás leyendo o estudiando, intenta convertir lo que lees en imágenes mentales, pues esta técnica te permitirá recordar más fácilmente cualquier episodio, texto o situación que te interese.
4. Aprender algo nuevo cada año
Ten la meta de aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical o realizar actividades que necesitan que nuestro cerebro esté completamente atento, como cocinar, bailar o conducir un automóvil.
5. Cambiar tu rutina
Hacer siempre lo mismo y de la misma forma debilita nuestra memoria y su capacidad para absorber nuevas cosas. Si quieres retarte a tener una memoria más activa, cambia tu rutina constantemente, desde la ruta que utilizas para llegar a la oficina hasta incorporar nuevas actividades a tus días (como mencionamos en el punto anterior).
Conforme vayas cambiando tu rutina, tendrás actividades nuevas que obligarán a tu cerebro a adaptarse y a tu memoria a mantenerse activa.
Además, es súper importante consumir las vitaminas y minerales que el cerebro necesita para estar sano. Una dieta balanceada es importantísima para lograrlo, pero agregar un suplemento alimenticio que te garantice una dosis básica de estos nutrientes puede hacer la diferencia entre una memoria sana y una a la que le cueste trabajo recordar hasta los detalles más simples.